domingo, 13 de enero de 2008

Para que yo me llamara Ángel González


Descubrí la poesía de Ángel González en la adolescencia, en la colección de Letras Hispánicas en la que por aquella época conocí la obra de otros miembros de su generación, la generación de los '50 (aunque quizá hubiera sido más apropiado llamarla de los '60, si es que el concepto de generación no ha quedado hoy día suficientemente trasnochado). De sus compañeros me gustaba sobre todo la poesía de Claudio Rodríguez, la de Gil de Biedma y la de Alfonso Costafreda, además de la de Ángel González, y eso que su obra era radicalmente diferente de la de los poetas que lo rodeaban.

Hace tiempo que le perdí la pista (no como a Claudio Rodríguez y a Gil de Biedma, a los que vuelvo de vez en cuando), pero recuerdo que de su poesía me encantaban la belleza rítmica que aportaban las asonancias leves. Y sus ideas.

Ángel González deja un recuerdo imborrable de obra y de vida, algún poema mítico ("Para que yo me llame Ángel González") y uno de los mejores y más descriptivos títulos que jamás haya podido tener un poemario: Sin esperanza. Con convencimiento, el lema que habría firmado, sin lugar a dudas, cualquier estoico.

4 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Se nos ha ido, sin duda, uno de los grandes. Qué solo se siente uno en estas ocasiones.

Merche Pallarés dijo...

Qué razón teneis, Pedro y Pablo. Algo muere en el alma cuando un poeta se va... La muerte de José Hierro tambien me dejó un poco mas huerfana pero gracias a Dios que quedan sus escritos. Besotes, M.

Toni Solano dijo...

Un grupo de profesores y voluntarios estamos colaborando con nuestras voces en un wiki que recoge algunos de sus poemas. Si quieres colaborar, ya sabes, grabas un poema y lo cuelgas.
http://angel-gonzalez.nirewiki.com
Un saludo.

amelche dijo...

Veo que hemos coincidido en autor. Precioso poema también ese que citas. No, si yo tendría que haber estudiado filología hispánica en vez de inglesa... ;-)