tag:blogger.com,1999:blog-33661317075769444302024-03-15T08:20:59.070+01:00BlogseLa buena educaciónPablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.comBlogger158125tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-71888767404791427102010-11-23T17:03:00.003+01:002010-11-23T17:18:44.069+01:00Diego Fernández Magdaleno, Premio Nacional de Música 2010<div align="justify"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/TOvpGp1RVFI/AAAAAAAAAwM/V53j8NWJ6hU/s1600/sin%2Btitulo.bmp"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 200px; FLOAT: left; HEIGHT: 159px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5542780066927301714" border="0" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/TOvpGp1RVFI/AAAAAAAAAwM/V53j8NWJ6hU/s200/sin%2Btitulo.bmp" /></a> Hace tiempo (mucho tiempo) que no escribo en el blog, pero creo que la ocasión lo merece. Mi hermano Diego ha sido galardonado con el Premio Nacional de Música 2010, que otorga el Ministerio de Cultura, por "su excelencia como pianista, su constante labor de promoción de la música española, en especial la contemporánea, en su amplitud y diversidad estética".<br />Enhorabuena.</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-90059329223036856662010-01-12T20:08:00.007+01:002010-01-14T10:36:36.145+01:00Invasión de loísmos (el aguijón en el vocablo)<div align="justify"><a href="http://vaitraballar.files.wordpress.com/2008/09/9788432228216ima.jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; FLOAT: left; HEIGHT: 512px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://vaitraballar.files.wordpress.com/2008/09/9788432228216ima.jpg" /></a>Leo <em>La elegancia del erizo</em>, de Muriel Barbery,<em> </em>junto a la estufa de leña en este invierno de perros que hasta finales de noviembre parecía un otoño de ángeles y una frase llama poderosamente mi atención, igual que palabras como <em>hasi </em>por <em>así </em>o <em>envede </em>por <em>en vez de</em> (triste pero cierto) que encuentro en algunos ejercicios de mis alumnos.<br /></div><div align="justify">Advierto de que la frase en cuestión puede ser perjudicial para la salud lingüística de los lectores, así que, si por casualidad lees esto y no has cumplido 18 años, cambia de blog.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">"Siempre es reconfortante que lo aseguren a uno que no se ha vuelto paranoico" (página 189). </div><div align="justify">Puede que eso sea cierto, pero más cierto es aún que esa frase no reconforta a nadie aunque no sufra de paranoia. Ese <em>lo</em> nocivo, dañino y detestable ataca los oídos y los ojos de todos menos de la traductora, Isabel González Gallarza. No descarto que reciba comisión de otorrinos y oftalmólogos afectados por la crisis.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Y el caso es que cada vez me encuentro con más ejemplos de loísmo, es decir, el empleo de <em>lo</em>, que debe usarse para el complemento directo, para referirse al complemento indirecto. En la oración de <em>La elegancia del erizo</em>, el C. directo es "que no se ha vuelto paranoico" y el <em>lo</em> se refiere <em>a uno</em>, que es el C. indirecto, y por tanto habría que sustituirlo por <em>le </em>invariable en género. En este tiempo he oído varios ejemplos más, como "Dalo vuelta" por "Dale vuelta (a la ensalada)" o "Lo echamos un vistazo" por "Le echamos un vistazo". </div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">El loísmo avanza por estas tierras castellanas a buen paso porque, en mi opinión, hay una tendencia a corregir el leísmo y laísmo endémicos del castellano del centro de España (presente en Quevedo y tantos otros), lo que origina hipercorrecciones, es decir, correcciones erróneas: escribir un <em>lo</em> donde correspondería el <em>le </em>que el hablante hubiera empleado si no buscara corregir ese fallo.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Así, en el mundo periodístico hoy se oyen pero, sobre todo, se leen unos <em>lo</em> (incluso correctos), dignos de novela hispanoamericana, prácticamente inéditos, pues en España el leísmo de persona está muy extendido e incluso aceptado por la RAE. </div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Y eso ha llegado ya a la traducción. Ya se sabe: traduttore...</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-78008200547598109762009-12-03T22:27:00.009+01:002009-12-03T23:21:31.837+01:00Una habitación con vistas<div align="center"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 197px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5411136447953116354" border="0" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/Sxg37hNqHMI/AAAAAAAAAv8/tT0DlmWSBp0/s400/roma+y+florencia+236+2.JPG" /><span style="font-size:78%;">Santa María del Fiore y Palazzo Vecchio.<br /></span></div><br /><div align="justify">Como la de la novela de E.M. Forster y la película de James Ivory, la habitación que ocupamos este verano mis hermanos Álvaro, Diego y yo en nuestro viaje a Florencia tenía unas vistas fantásticas (cfr. foto inferior). Aunque para vistas, las del palacio Pitti, al otro lado del Arno (cfr. foto superior). En alguna vida anterior debimos de pertenecer a una familia enemiga de los Médicis, porque el maravilloso, gigantesco y calurosísimo palacio estuvo a punto de convertir a Diego en agua, como al Garcilaso de las "Hermosas ninfas"y a mí en cojo: me caí tres o cuatro escaleras y parte mi espalda fue a parar a la pared. Y me dolió. Y me indignó profundamente: el celebérrimo almohadillado del palacio Pitti no sirvió, en mi caso, para nada. Coge fama...</div><div align="justify"></div><div align="center"></div><div align="center"><span style="font-size:78%;">En primer término, plaza de Santa María Novella, con la estación de tren y la iglesia homónima. Detrás, de izquierda a derecha, cúpula de San Lorenzo, la catedral y, diminuta, la torre del Palazzo Vecchio en la plaza de la Signoria.<br /></div><p></span><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; DISPLAY: block; HEIGHT: 240px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5411130018139238210" border="0" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SxgyFQSkb0I/AAAAAAAAAv0/DC8w3G9uLVc/s320/IMG053.jpg" /></p>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-23000958176452139012009-11-30T22:14:00.009+01:002009-11-30T22:57:11.660+01:00Diego cumple dos años<div style="text-align: justify;">Hace ya dos años que me presentaron en una habitación del hospital de la Cruz Roja de Córdoba a un bebé que intentaba sobreponerse del frío con el que había nacido con un pijama amarillo y un gorrito azul que prácticamente le tapaba toda la cara. Hoy lo hemos celebrado por todo lo alto con unos regalos que han atacado directamente a sus tres grandes pasiones (si exceptuamos el fútbol): Pocoyó, los coches y... los zapatos.<br />(Este año se me ha pasado volando. Sólo me ha dado a escribir nueve entradas...)<br /></div><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SxQ8Zp9oeNI/AAAAAAAAAvk/i9MYhk0zPoI/s1600/P301109_20.47%5B01%5D.JPG"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SxQ8Zp9oeNI/AAAAAAAAAvk/i9MYhk0zPoI/s320/P301109_20.47%5B01%5D.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5410015463837563090" border="0" /></a><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SxQ8ualNPxI/AAAAAAAAAvs/7dQwD5ub1LA/s1600/IMG199.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SxQ8ualNPxI/AAAAAAAAAvs/7dQwD5ub1LA/s320/IMG199.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5410015820485836562" border="0" /></a><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SxQ7vWHw5aI/AAAAAAAAAvc/mQlpARDW5iw/s1600/IMG196.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SxQ7vWHw5aI/AAAAAAAAAvc/mQlpARDW5iw/s320/IMG196.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5410014736956843426" border="0" /></a> <span style="color: rgb(255, 0, 0);"><span style="font-size:85%;">Coronado desde primera hora de la mañana en la guardería, Diego ha gobernado magnánimamente sobre el aparcamiento de Imáginarium, sus coches y demás posesiones. En la última foto, con mi hermana Alicia y José.</span></span><br /></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-10848539169892404032009-11-26T18:25:00.006+01:002009-11-26T19:59:31.128+01:00El graznido<div style="text-align: justify;">Hace una semana, en mitad de la noche, me levantó en vilo un grito atronador y terrible, más pavoroso aún como estaba inmerso en el mar de tinieblas que era la habitación a esas horas. A los pocos segundos se repitió el sonido y, entonces, ya más despierto, o por mejor decir, "de turbio en turbio", pude reconocer un graznido horrendo que fue respondido inmediatamente por otro lejano que, quizá precisamente por eso, me pareció más dulce.<br /> Temiendo toparme con el cuervo de Poe, encendí el móvil por no despertar a Adela y me aventuré hacia el balcón. Allí, tras la puerta de madera que nos separaba y por cuyas rendijas se había colado, como el relente nocturno, su asqueroso sonido, debía de estar el pajarraco enseñoreándose orgullamente sobre el estrecho balcón de mi casa. Imaginé que sería un cuervo o un enorme aguilucho de los que dominan el paisaje sobre los tendidos eléctricos o sobre las señales de tráfico y que a veces lanzan sus alas hacia los parabrisas de los coches en las carreteras comarcales de Tierra de Campos como furiosos suicidas poco aplicados.<br /> Hace tiempo que no vivía por estos lares, pero, por más que busco, no encuentro en mi memoria la riqueza de aves con que me topo ahora en mi camino de Sísifo hasta Tordesillas. Y no me extraña: Tierra de Campos (o cierta parte de ella) acabará convirtiéndose en reserva de aves, en parque natural, en un territorio neovirgen sin habitantes.<br /> - Los de Tierra de Campos estamos sentenciados -me dijo Celes, concejal de Palazuelo de Vedija, este verano, y todo indica que en la condena hay más objetividad que pesimismo.<br /> Así, las aves domeñan un paisaje de trigales moteados de pueblos despoblados por los que parece que no pasa el tiempo, pero que, poco a poco, se desangran y mueren.<br /> Golpeé sin fuerza el cuarterón y el pájaro alzó el vuelo sobre la planicie. A esas horas, poco vería de los campos sobre los que gobernarán con mano de hierro él, sus congéneres y sus descendientes, reyes absolutos de estas tierras como lo fueron de la Tierra entera sus remotos ancestros, los dinosaurios.<br /></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-65018131082559605652009-11-23T13:21:00.007+01:002009-11-23T21:33:06.046+01:00La desaparición del cuyo entra en el Diccionario de Autoridades<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/noticias/200805/24/fotos/073D6ALA003_1.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 370px; height: 583px;" src="http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/noticias/200805/24/fotos/073D6ALA003_1.jpg" alt="" border="0" /></a>Hace dos años largos, cuando comenzaba su intermitente singladura la Blogse, escribí una entrada titulada <a href="http://lablogse.blogspot.com/2007/08/en-busca-del-cuyo-perdido.html">"En busca del <em>cuyo </em>perdido". </a>Culpaba entonces a la prensa en general de la desaparición (en la escritura, porque en la lengua oral es irrecuperable) de ese determinante relativo que un día también fue pronombre (observable hoy como un fósil del Pleistoceno en un famoso poema de Quevedo) y que en la actualidad no es nada o casi nada.<br /></div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">Pero he aquí que, leyendo un texto de Julio Llamazares (protagonista también de los primeros titubeos de la Blogse), titulado <em>El cielo de Madrid</em>, descubro que algunos escritores también han optado por desterrar al <em>cuyo</em> del lugar que el castellano le había encomendado hasta nuestro tiempo.<br />"Pasados los dos primeros, de los que ni siquiera llegué a saber el nombre, tan rápido se pasaron[...]", escribe Llamazares sin lágrimas, sin sospechar que ha relegado al tímido y apocado <em>cuyo</em> al paro en tiempos de crisis, sin percatarse siquiera de que la frase "pasados los dos primeros, cuyos nombres ni siquiera llegué a saber" es más económica y más eufónica que la suya. Y sin saber tampoco que su frase podría ser empleada por un anti-Diccionario de Autoridades, al estilo de los primeros que elaboró la RAE, de palabras que han sido abandonadas por su propia sangre e inician el largo camino hasta petrificarse en materia de estudio de la paleontología.<br /></div><br /><span style="font-size:78%;">(Julio Llamazares, en una imagen de www.elcorreodigital.com)<br /><br /><span style="font-size:180%;"><a href="http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/noticias/200805/24/fotos/073D6ALA003_1.jpg"><span style="color: rgb(153, 0, 0);font-family:georgia;" >El aguijón en el vocablo</span></a></span><br /></span></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-29462315971933808182009-11-18T19:14:00.007+01:002009-11-18T19:54:34.542+01:00Gajes de la emigración<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://sauce.pntic.mec.es/jotero/Emigra1/Gcuba.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 280px; height: 255px;" src="http://sauce.pntic.mec.es/jotero/Emigra1/Gcuba.jpg" alt="" border="0" /></a>Efectivamente, he vuelto a los orígenes, como dice <a href="http://laacequia.blogspot.com/">Pedro</a> en su comentario a la entrada anterior, aunque no trabajo ni en Palazuelo, <a href="http://www.kikkax.blogspot.com/">Merche</a>, ni en Medina de Rioseco, sino en Tordesillas. En el Juana I de Castilla me he dado cuenta de que el entorno sí marca algunas diferencias en la enseñanza de la lengua: eliminar los ejercicios de ortografía relacionados con el seseo y con la pérdida de las -d-, por ejemplo; o un caso más extremo: el del leísmo y el laísmo.<br /></div><div style="text-align: justify;"> En La Puebla de los Infantes prefería pasar de puntillas sobre el tema, porque allí sólo incurren en el leísmo de persona, aceptado incluso por la RAE, y explicarles errores que no cometen me parecía más contraproducente que beneficioso; pero sí se lo comentaba brevemente, y cuando les ponía ejemplos del tipo "la dijo que viniera" o "cógele" refiriéndose a un libro, se reían y, con gran incredulidad, preguntaban dónde se decía eso, porque no lo habían oído nunca.<br />Cuando hace un par de semanas explicaba el laísmo y el leísmo en Tordesillas, muchos alumnos , laístas militantes, me espetaron que "la dijo que viniera" no era ningún error, y que la versión correcta, "le dijo que viniera", sonaba fatal. Que quién decía eso.<br />Y, recordando la respuesta de los chavales de La Puebla, tan parecida (y tan contraria) a la de estos de Tordesillas y pueblos aledaños, no pude hacer otra cosa que reírme y decir para mis adentros: "gajes de la emigración".<br /></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-25025685359085537932009-11-15T21:02:00.003+01:002009-11-15T21:41:04.538+01:00Desde Palazuelo de Vedija<div align="center"><a href="http://lh5.ggpht.com/_YwaprPrNjKA/SkIUEdC9IvI/AAAAAAAAH4k/lNh46YYB4zc/s400/31114-palazuelo-de-vedija-plaza-mayor-de-palazuelo.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 301px; CURSOR: hand" border="0" alt="" src="http://lh5.ggpht.com/_YwaprPrNjKA/SkIUEdC9IvI/AAAAAAAAH4k/lNh46YYB4zc/s400/31114-palazuelo-de-vedija-plaza-mayor-de-palazuelo.jpg" /></a> <span style="font-size:85%;">Plaza Mayor de Palazuelo. En primer término, el Monumento al Marranero. Detrás, el palacio de los Cuadrillero y la iglesia de Santa María del Barruelo.</span></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Han pasado tantos meses de silencio bloguero, de estado latente, de muerte virtual en vida, que a la Blogse le ha dado tiempo a mudarse de ciudad, provincia y hasta de comunidad autónoma. Sus huesos cibernéticos han ido a parar a un pequeño pueblo del noroeste de la provincia de Valladolid, entre ondulados campos de cereal, llamado <a href="http://www.nortecastilla.es/20091101/valladolid/palazuelo-vedija-levanta-20091101.html">Palazuelo de Vedija</a>.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-75626605422832842372009-11-11T20:47:00.006+01:002009-11-11T21:13:55.366+01:00No estaba muerta: estaba de parranda.<div align="justify">Hace unos días los medios de comunicación dieron la noticia de un tipo que apareció vivito y coleando en su propio entierro, como el estudiante Lisardo de la leyenda, con la diferencia de que aquel, el actual, asistió a la inhumación de una persona a la que, sencillamente, habían confundido con él. La vida y la muerte de una persona nunca dependió tanto de la opinión de los demás como en este caso. Cinco magníficos familiares, cinco, identificaron un cadáver erróneo. ¿Tantos deseos tenían de verlo muerto? Seguro que el falso finado se estará formulando esa pregunta ahora mismo.<br />El caso es que el protagonista del luctuoso evento irrumpió en el acto saltándose a la torera el más elemental protocolo que rodea a un entierro: que sea el muerto el que esté en el féretro y, además, que el fallecido no acuda con la primera tajada. ¡Qué fácil habría sido incinerar a este muerto! Habría ardido con más facilidad que Heracles.<br />Pero no, no estaba muerto: estaba de parranda. Y entonces me vino a la cabeza, no sé por qué, mi blog; abandonado el pobre desde el mes de abril, ni más ni menos. Y entonces supe que mi inconsciente tenía razón: que la blogse no estaba muerta, estaba de parranda. Y que ya era hora de que volviera, aunque fuera arrumbada y borracha.<br /><br />P.D. Lo triste de esta historia es en lo que casi nadie ha reparado: en que había un tipo que no estaba de parranda: estaba sencillamente muerto. D.E.P.</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-82715797629167605332009-04-27T22:31:00.004+02:002009-04-27T22:37:03.186+02:00Sabiduría popular<span style="font-size:130%;">Del cerdo..., hasta los virus.</span>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-54536578434593162862009-04-21T13:11:00.008+02:002009-04-21T18:57:28.680+02:00Pulmón verde<div style="text-align: justify;">Por lógica, Ayrtom Sidorkin debería ser el hombre que mejor respirara del mundo; y, sin embargo, tuvo que presentarse en el hospital con fuertes dolores en el pecho y una tos que acarreaba sangre. En las radiografías, los médicos pudieron observar una mancha pulmonar que parecía un tumor, pero la biopsia que se le practicó al enfermo dio unos resultados desconcertantes. Las extrañas agujas verdes que le extirparon al paciente en la prueba, según descubrió el cirujano en la operación posterior, correspondían a una rama de abeto de cinco centímetros que había enraizado en el pulmón de Sidorkin.<br /><br />La historia es bastante inverosímil (aunque ya enseñaba Aristóteles que lo inverosímil no ha de ser necesariamente falso). Hubiera escamado bastante más que de la rama de abeto pendieran espumillones, una bola de navidad, y la figura de Papá Noel cantando a voz en grito "Hacia Belén va una burra, rin, rin".<br /><br />El pobre Sidorkin nunca imaginó que la sabia naturaleza rusa pudiera causarle tanto daño, que su cuerpo pudiera convertirse en un vivero. Quizá el abeto, harto de que el hombre utilice a los árboles como "pulmón de la Tierra" o, simplemente que, cansado, asqueado, ahíto de metáfora tan manida, planeara una paradójica venganza y fuera a aposentarse en un pulmón humano nada metafórico. "Tropos, los justitos".<br /><br />Imagino que, antes de salir del hospital, a Sidorkin le habrán sometido a un reconocimiento completo. Espero que no le hayan encontrado nada más, porque como, aparte del abeto en el pulmón, tenga hongos en los pies y golondrinos en las axilas, van a tener que nombrarle por lo menos parque natural. O reserva de la biosfera.</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-10773660790437776972009-04-02T20:00:00.005+02:002009-04-02T20:36:25.573+02:00Las Memorias de un setentón, de Ramón de Mesonero Romanos<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.madripedia.es/w/images/thumb/200px-Ram%C3%B3n_Mesonero_Romanos.gif"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 200px; height: 229px;" src="http://www.madripedia.es/w/images/thumb/200px-Ram%C3%B3n_Mesonero_Romanos.gif" alt="" border="0" /></a>Durante estos meses de silencio bloguero he descubierto la figura de Ramón de Mesonero Romanos. Lo conocía de algún cuadro de costumbres de las <span style="font-style: italic;">Escenas matritenses</span> y de oír su nombre asociado casi siempre al de Larra y al de Serafín Estébanez Calderón, pero ignoraba la existencia de sus <span style="font-style: italic;">Memorias de un setentón</span>, compuestas en las postrimerías de su larga vida (más aún teniendo en cuenta la esperanza de vida en el siglo XIX). En ello tal vez no tuviera escasa parte su patrimonio, heredado de su padre (<span style="font-style: italic;">salamanquino</span>, como dice el propio Mesonero hijo), que le permitió una vida regalada sin dar un palo al agua por obligación. Volcó toda su dedicación a sus aficiones literarias y a las inclinaciones filantrópicas propias de un burgués moderado de su época con deseos de que su país y, en particular, su ciudad natal, Madrid, en cuyo ayuntamiento ocupó el puesto de concejal durante algunos años, progresaran.<br /> Escritas con una prosa algo altisonante para nuestros días, pero aun así ágil y amena, estas memorias pueden dividirse en dos partes. En la primera, que transcurre entre la invasión napoleónica y la subida al trono de Isabel II, Mesonero Romanos deja que los sucesos históricos prevalezcan sobre los recuerdos propios, aunque se mezclen ambas facetas. No falta, incluso en este apartado, algún cuadro de costumbres de la sociedad madrileña de ese período, pero es a partir de 1833, con el sosiego de la política española, cuando las excepcionales dotes de observador de Mesonero van a campar a sus anchas.<br /> El libro es apasionante en sus dos partes, en la narración y el análisis del la Guerra de la Independencia, de los reinados de José Bonaparte y del alevoso Fernando VII, y en la descripción de los usos y costumbres de los españoles de la época, así como del mundillo cultural y literario fundamentalmente romántico.<br />Estas memorias nos acercan a un hombre entrañable de prodigiosa memoria que mira al pasado sin rencor y sin afán de protagonismo, que recuerda con ternura a los personajes de los círculos literarios con los que compartió la primera mitad del XIX , que buscó ante todo el progreso de sus conciudadanos y que, a falta de otro oficio, ejerció, como reza la descuidada edición de Crítica, el de "madrileño profesional".<br /><br />Ramón de Mesonero Romanos, <span style="font-style: italic;">Memorias de un setentón</span>, Barcelona, Crítica, 2008<br /></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-27110810413913777632009-03-26T19:51:00.003+01:002009-03-26T20:10:58.751+01:00Y no hallé cosa en que poner los ojos...<div style="text-align: justify;">Hace unos días, mi hermano Diego colgó en <a href="http://laspalabrasdelagua.blogspot.com/2009/03/oficina-de-empleo.html">su blog</a> una viñeta de El Roto titulada <span style="font-style: italic;">Oficina de empleo</span> en la que aparecía el marco de una puerta por la que pasaban casi en círculo una multitud de personas grises, tristes, sin esperanza, condenadas a atravesar una y otra vez por el maldito marco de la oficina. La sensación de destino inalterable me recordó los castigos envenenados de la mitología griega, pero además me trajo a la mente una imagen no mitológica, sino real. La vi saliendo de Úbeda el lunes posterior al día de Andalucía frente a la tosca plaza de toros ubetense, que, pese a estar construida en el siglo XIX, más bien parece un castro prerromano. Justo en la otra acera se concentraban más de cien personas. Observé el gentío y pude ver que se dirigía hacia una oficina de empleo.<br />Me restalló Quevedo en la cabeza: "Y no hallé cosa en que poner los ojos/ que no fuese recuerdo de la"... crisis.<br /></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-69267775280194640312009-03-24T20:10:00.003+01:002009-03-24T20:23:54.938+01:00Despertar del vudú<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.planetacomic.net/imagenes/dvd/I00000000000133001g.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 250px; height: 354px;" src="http://www.planetacomic.net/imagenes/dvd/I00000000000133001g.jpg" alt="" border="0" /></a>Dice mi querida Merche Pallarés, no sin una sorna monumental, que mi próxima entrada será en el segundo o tercer cumpleaños de mi hijo, Diego, y al paso que iba la burra, más había en ello de verdad de lo que me imaginaba cuando leí su comentario. Escribí mi última entrada el 3 de diciembre, justo después de las sesiones de evaluación del trimestre pasado, y escribo ésta cuando ha transcurrido ya una semana de las de este trimestre. Como bien dice la palabra, han pasado tres meses y, aunque este blog (como, dicho sea de paso, <a href="http://lalugubregondola.blogspot.com/">La lúgubre góndola</a>) es bastante propenso al Guadianismo (por decirlo así), o a los agujeros negros, ninguna interrupción es comparable a esta última. Parece como si a este blog le hiciera vudú (o vodú, que decía mi admirado profesor de la facultad Ricardo de la Fuente) algún chamán prehistórico para volverlo por un tiempo a estado latente, como un vulgar murciélago. Así que este blog ha hibernado los tres meses de invierno. Y despierta de su letargo, como el oso Yogui, con la llegada de la primavera.<br /></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-59699097016521407502008-12-03T17:46:00.009+01:002008-12-04T13:21:29.273+01:00Cumpleaños (o cumpleaño) de Diego<div align="justify">He estado tan ocupado con las evaluaciones (que en mi instituto se han adelantado a esta semana por mor de la asistencia de los alumnos los últimos días -como si la mayoría no asistiera <em>per se-</em>) que entre corregir exámenes y hacer cuentas para poner las notas no me ha dado tiempo a celebrar en el mundo bloguero el cumpleaños de Diego (cumpleaño sería más exacto), que fue el domingo. Los cambios que se han operado en estos 366 días de año bisiesto quedan muy claritos si se comparan las fotos de esta entrada <a href="http://lablogse.blogspot.com/2007/12/ha-llegado-diego.html">con la que colgué cuando nació</a>. Diego pesa ahora tres veces más y ha ganado un 50% de estatura. Si aprovechásemos igual todos los años de nuestra vida...<img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5275608495028987522" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/STa5-ZA8ZoI/AAAAAAAAAqE/zmryP7Ovitc/s400/DSC03991.JPG" border="0" /><br /><p align="center"><span style="font-size:85%;">Diego, pasándoselo en grande con su mesa de actividades parlanchina.</span></p><p align="center"></p><p align="center"><span style="font-size:85%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5275609167607829730" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/STa6likPFOI/AAAAAAAAAqM/5nuMEhbTSOc/s400/DSC03994.JPG" border="0" /></span></p><br /><p align="center"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="center"><span style="font-size:85%;">Diego, con su gorrito y su cazadora, preparado para afrontar valientemente un gélido día de invierno (perdónese el exceso de<em> flash</em>).</span></p></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-83594598614570940582008-11-25T12:35:00.006+01:002008-11-26T20:59:40.335+01:00Traducciones literales I (el aguijón en el vocablo)<div align="justify"><a href="http://3.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SSvoikNHb-I/AAAAAAAAAp0/VR6dmkFMmoI/s1600-h/clinton.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5272563469299183586" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 80px; CURSOR: hand; HEIGHT: 200px" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SSvoikNHb-I/AAAAAAAAAp0/VR6dmkFMmoI/s200/clinton.bmp" border="0" /></a>Con las elecciones de EE.UU. y el flamante equipo de gobierno que día a día vamos leyendo en la prensa y vemos en televisión e internet compruebo por enésima vez la pereza mental que inunda el periodismo cuando se trata de traducir términos de otros idiomas (en particular, del inglés) al nuestro. Aunque el periodista cuenta con la dificultad (y la excusa) del apresuramiento, de la inmediatez, lo cierto es que la traducción literal asoma la cabeza en novelas y otros textos que pueden estudiarse con más detenimiento, como contaba hace ya tiempo Javier Marías en El País Semanal.<br /><br /></div><div align="justify">La rapidez que implica la noticia no exime al periodista de la falta que comete cuando se incurre en ella hasta la saciedad o cuando se repite mecánicamente sin reparar en su significado en español o en que ya existen las palabras precisas en castellano para denominar aquello que ha de traducirse. Las traducciones literales al principio chirrían, pero luego se van adaptando a nuestro discurso. Nuestros oídos, desde luego, se acostumbran a todo. </div><div align="justify"> </div><div align="justify">El día de las elecciones americanas los oídos me lloraban ya de escuchar continuamente las palabras "votos electorales" y "votos populares". Venían a mis oídos y se enseñoreaban de ellos como música de las estrellas. Y en el hartazgo que se iba apoderando de todo mi ser, acabé reflexionando sobre el significado de "votos populares" y "votos electorales". ¿Qué coño quería decir eso? Deduje por mis propios medios que el sintagma "votos populares" venía a referirse a lo que en España llamamos "votos" a secas, y los "votos electorales" a lo que denominamos "escaños" o bien en este caso "delegados". ¿Por qué entonces repetir continuamente eso tan americano de "votos electorales" y "votos populares" si tenemos prácticamente que imaginarnos su significado?</div><div align="justify"> </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">(Continuará)</span></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-86003205018894988882008-11-18T18:44:00.009+01:002008-11-18T19:17:18.938+01:00En la cumbre<a href="http://3.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SSMFARN0GrI/AAAAAAAAAps/5Mmce7bOIn8/s1600-h/cumbre+washington.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5270061491133094578" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 214px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SSMFARN0GrI/AAAAAAAAAps/5Mmce7bOIn8/s400/cumbre+washington.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify">De nuevo <em>La insoportable levedad del ser</em> me da claves para interpretar cumbre que se ha celebrado este fin de semana en Washington. Hace ya unos días comparé el casi lúbrico deseo de ir a la cumbre de nuestro presidente (a quien desde aquí felicito por este éxito) con la levedad de Parménides y el peso de Beethoven, dicotomía que explica Kundera en su novela. Ahora, son las fotos del encuentro las que traen a mi memoria una parte de esta obra, que cuenta las relaciones de dos parejas cuyos miembros, en un momento u otro de sus vidas, entran en contacto.</div><br /><div align="justify">Franz, el personaje que menos páginas ocupa de los cuatro, es un profesor suizo casado con una mujer a la que no quiere y amante de una pintora llamada Sabina que fue amante a su vez de otro protagonista de la historia, Tomás. Cuando Franz abandona a su esposa, Sabina lo abandona a él, pero el profesor, en vez de hundirse en una depresión severa, se siente reconfortado: por primera vez en su vida puede tomar decisiones por sí mismo.</div><br /><div align="justify">Con el tiempo inicia una relación amorosa con una alumna suya, pero sigue guardando por Sabina un amor más allá de las cosas, un amor semejante al que mantenía según las normas del amor cortés medieval el amante con su dama. Como prueba de ese amor descabellado, Franz acepta acompañar una protesta en Camboya para pedir a sus autoridades que permitan el paso a un grupo de médicos para atender a la población civil.</div><br /><div align="justify">El grupo se aproxima a la frontera y una traductora pide que dejen entrar a los médicos. Se suceden los segundos, caen los minutos uno tras otro, pero desde el otro lado del río que hace frontera todo es silencio o, peor aún: indiferencia. "Franz comprendió de pronto que todos eran ridículos, él y los demás, pero aquella comprensión no lo separaba de ellos, no lo llenaba de ironía, al contrario, era ahora cuando sentía por ellos un inmenso amor [...]. ¿Qué más puede hacer esa gente que teatro? ¿Les queda alguna otra posibilidad?".</div><br /><div align="justify">Los miembros del G20 se enfrentan a una situación desconocida que difícilmente puede solucionarse en reuniones como las de este fin de semana. Es imposible tomarse un café con churros por la mañana, como ha dicho Solbes muy socarronamente, y salir por la tarde con el capitalismo refundado. Quizá esta cumbre no sea más que puro teatro. Pero, como a Franz y a sus compañeros de marcha, ¿acaso les queda otra posibilidad?</div><div align="justify"> </div><div align="justify"><span style="font-size:78%;">Foto de www.rtve.es</span></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-39792757094700165992008-11-13T17:37:00.008+01:002008-11-13T23:09:59.618+01:00A los troyanos lo de los troyanos y a los aqueos lo de los aqueos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SRyOsEgW2XI/AAAAAAAAApk/ti8CNeUyleI/s1600-h/reproduccion_celebre_caballo_Troya.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 147px; height: 200px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SRyOsEgW2XI/AAAAAAAAApk/ti8CNeUyleI/s200/reproduccion_celebre_caballo_Troya.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5268242551891482994" /></a><div style="text-align: justify;">Es curioso cómo una mala traducción, una interpretación errónea o una elisión más o menos voluntaria puede cambiar radicalmente la realidad. <br /></div><div style="text-align: justify;">Según la <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Ilíada</span>, los troyanos sufrieron un asedio que se prolongó nada menos que nueve años, momento en el cual se manifiesta la cólera de Aquiles. El asalto a la ciudad, mítica durante siglos, es una obra maestra de la astucia sobradamente conocida. Los troyanos aceptan un caballo envenenado (con un rico mundo interior, diría algún psicoanalista contemporáneo) que lleva en sus entrañas, como una madre, la destrucción de la ciudad. Y, sin embargo, paradójicamente, en informática reciben el nombre de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">troyanos</span> aquellos programas que se instalan inadvertidamente en los ordenadores y controlan los movimientos o las páginas que visitan sus usuarios. Los troyanos son, pues, programas espía que llevan a cabo una labor semejante a la que desempeñó el caballo de Troya en la <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Ilíada</span>, pero no los troyanos, que precisamente fueron sus víctimas (que se lo digan a Eneas, por ejemplo), ya que el animal de madera fue obra de los aqueos. </div><div style="text-align: justify;">Dice la Wikipedia, que hoy parece necesitar de nuestra ayuda (pretenden recaudar seis millones de dólares en todo el mundo, ni más ni menos), que la palabra <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">troyano</span>, con esta acepción, procede directamente del <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">trojan horse </span>inglés, 'caballo troyano' literalmente, expresión de la que por economía lingüística, supongo, o por ecología, se eliminó el <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">caballo</span>. </div><div style="text-align: justify;">Internet ha convertido a los troyanos en invasores. Cómo se nota que ni <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Las troyanas </span>de Eurípides ni la <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Ilíada</span> están en los primeros puestos en las listas de venta de libros...</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-53453617312261386042008-11-10T19:06:00.003+01:002008-11-10T19:51:01.239+01:00¡Me he convertido en un personaje de Los lunes al sol!<a href="http://3.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SRiBuXfLuPI/AAAAAAAAApc/MrnVclai9cQ/s1600-h/los+lunes+al+sol.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5267102397788567794" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 248px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SRiBuXfLuPI/AAAAAAAAApc/MrnVclai9cQ/s400/los+lunes+al+sol.bmp" border="0" /></a><br /><div align="justify">A veces desayuno en un bar de La Puebla de los Infantes que está junto a la Plaza de la Virgen de las Huertas. A esas horas, sobre las ocho y veinte de la mañana, suelen poblar el local cuatro o cinco parroquianos que dedican su tiempo a mirar al vacío mientras se beben un copazo de anís del Mono o de la Castellana, o un licor de guindas Miura de la vecina Cazalla de la Sierra. En la barra, los cafés corren mayor peligro de extinción que el lince ibérico.</div><br /><div align="justify">La semana pasada pedí mi café con leche y mi tostada de rigor. A mi lado, un tipo joven que trabaja en la Caixa de enfrente comentaba que su compañero llevaba una semana sin ir al trabajo porque estaba disfrutando del nuevo permiso de paternidad.</div><br /><div align="justify">- ¿Quince días? ¿Pero es que ha <em>parío</em> él? -preguntó socarronamente el camarero.</div><br /><div align="justify">Cuatro jornaleros que desayunaban su copita de aguardiente (hay que recordar que el desayuno es la comida más importante del día) se inmiscuyeron en la conversación. Uno contó un caso de un trabajador que había tomado la baja de paternidad.</div><br /><div align="justify">- Al volver le mandaron otra vez a su casita.</div><br /><div align="justify">A los demás parroquianos les pareció natural la actuación de la empresa. Me pareció una postura curiosa en un pueblo en el que gobierna IU y en el que el PP apenas tiene representación, pero el voto en muchos casos no es que sea secreto, es que es inescrutable (aunque haya que escrutarlo por cojones).</div><br /><div align="justify">- Es que ahora hay que mimar el puesto de trabajo -continuó otro.</div><br /><div align="justify">- No, no -terció un tercero- es que tener un trabajo con sus fines de semana, sus puentes, sus vacaciones pagadas... es que no es tan sencillo.</div><br /><div align="justify">Mordí un trozo de mi tostada aún a medias y miré con atención los rostros de todos los que me acompañaban en el bar. Si hubiera visto a un tipo gordo, con barba y un parecido razonable a Javier Bardem no hubiera dudado ni un instante de que me había convertido sin enterarme en un personaje de <em>Los lunes al sol</em>. Menos mal que nadie recurrió a la etimología de la palabra <em>antípodas</em>: anti podas, 'locon trario'. Si no, habría llegado a dudar de mi propia existencia.</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-35774885112319454092008-11-06T20:53:00.006+01:002008-11-06T22:08:48.054+01:00El artífice en la sombra de la victoria de Obama.<div align="justify"><a href="http://4.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SRNcvkGU03I/AAAAAAAAApU/JLh-g-fC8Ao/s1600-h/20080222-bush-obama.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5265654361540055922" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 158px; CURSOR: hand; HEIGHT: 200px" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SRNcvkGU03I/AAAAAAAAApU/JLh-g-fC8Ao/s200/20080222-bush-obama.jpg" border="0" /></a>Todo el mundo está hablando estos días hasta la saciedad de la victoria de Barack Obama, de sus extraordinarias cualidades para la política (esas que, dicho sea de paso, escasean en la mayoría de los políticos), de su capacidad para encauzar los deseos de cambio de su país y de gran parte del mundo en este momento de desconcierto, y sin embargo apenas se ha nombrado a una persona que ha contribuido decisivamente a este momento histórico, un hombre en la sombra sin cuya participación activa estos últimos años hoy no estaríamos hablando de que un negro llega por fin a la Casa Blanca. Sin su ineptitud, sin su estulticia, sin sus rebajas de impuestos a los más ricos, sin su propensión a explotar el miedo de sus ciudadanos, sin las guerras de Iraq y Afganistán, sin sus problemas para deglutir una galleta, sin todo usted, en suma, todo lo que estamos viviendo hoy no habría sido posible. Gracias por todo, George W. Bush.</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-11207748347401739822008-11-04T18:43:00.004+01:002008-11-04T18:56:49.722+01:00S.O.S. ¡No encuentro mi colegio electoral!<div align="justify"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SRCMc1fgMbI/AAAAAAAAApE/nXdVkFI-uRw/s1600-h/obama-mccain-eu-p.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5264862391419548082" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 234px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SRCMc1fgMbI/AAAAAAAAApE/nXdVkFI-uRw/s320/obama-mccain-eu-p.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify">Esta mañana me he levantado exultante, pletórico, con más ganas de votar que nunca (si es que alguna vez he sentido tal cosa). Las calles estarán engalanadas, ondearán por doquier banderas de barras y estrellas, y se oirá por todas partes el himno americano entre viandantes obesos y puestos de perritos calientes.</div><br />Cojo mi voto, lo guardo cuidadosamente en mi bolsillo y me dirijo con aplomo a mi colegio electoral de referencia, el Hotel Castillo. Allí me recibe un tipo con cara de pocos amigos que me dice que las elecciones no son en España, sino en EEUU, y que ya está harto de repetírselo a la gente. Que como siga así la cosa cierra el chiringuito y se pira con viento fresco.<br /><br />Desde la alegría angelical de la mañana, mi cara va transformándose lentamente en una mueca de enfado indisimulable, de indignación generalizada contra el mundo. O sea que me he estado tragando horas y horas de campaña electoral, periódicos, revistas, televisiones, amigos, que si Obama se echaba unas risas en Illinois, o que si McCain daba un mitin en un maldito McDonalds de Ohio, y resulta que yo aquí ni pincho ni corto, que no puedo ni depositar un papel en una urna, que no puedo ni opinar. Por Dios, nos han bombardeado con más virulencia que en nuestras propias elecciones. Eso me dará derecho a algo, ¿no? Todos los presentadores de telediarios, radios, corresponsales de periódicos, etc., en Washington, programas especiales, suplementos etc., etc., ¿y nosotros no tenemos ni voz ni voto? Manda huevos. ¡Qué decepción más grande!<br /><br />Después de hoy, tengo clara una cosa: a mí que no me vuelvan a llamar para votar en otras elecciones americanas. ¡Coño!<br /></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-50161416973280452692008-11-01T12:00:00.001+01:002008-11-01T12:00:02.184+01:00En el día de los Santos<div align="center"><span style="font-size:130%;">DEL DOCTOR JUAN PÉREZ DE MONTALBÁN,</span> </div><div align="center">A LOPE FÉLIX DE VEGA CARPIO, ENCARECIENDO EL DESEO QUE TUVO DE QUE VIVIERA.</div><div align="center"> </div><div align="center"></div><div align="center">Si a darte vida mi dolor bastara, </div><div align="center">con mi dolor de mi dolor muriera,</div><div align="center">y porque mi dolor el mayor fuera, </div><div align="center">géneros nuevos de sentir buscara.</div><div align="center"> </div><div align="center"></div><div align="center">Si la vida se diera o se prestara, </div><div align="center">la mitad de mi vida te ofreciera,</div><div align="center">o toda, porque celos no tuviera</div><div align="center">la otra mitad que huérfana quedara.</div><div align="center"> </div><div align="center"></div><div align="center">Y si el alma pudiera en tu agonía</div><div align="center">restituir tu vida con la suya,</div><div align="center">abrigando en su ardor tu sangre fría,</div><div align="center"> </div><div align="center"></div><div align="center">aunque a desdén mi vida lo atribuya,</div><div align="center">te diera liberal el alma mía</div><div align="center">por mejorarla con hacerla tuya.</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-23417206727791512702008-10-30T18:29:00.009+01:002008-10-30T19:03:02.222+01:00Politiqueos<div align="justify"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SQn2G-0v2yI/AAAAAAAAAo8/zUJICrepNPI/s1600-h/congreso+de+los+diputados.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5263008239363021602" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 160px" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SQn2G-0v2yI/AAAAAAAAAo8/zUJICrepNPI/s200/congreso+de+los+diputados.bmp" border="0" /></a> Ha causado escándalo en cierta parte del periodismo nacional la imagen del Congreso de los Diputados prácticamente desierto en una sesión plenaria destinada a debatir un asunto crucial para el país: el paro. Aunque hacer novillos nunca es justificable, lo cierto es que los diputados pueden esgrimir tres causas atenuantes en este caso concreto:<br /></div><div align="justify">El ponente para tan alta ocasión no era otro que Pedro Solbes, no demasiado apreciado en su círculo como <em>showman</em> precisamente. Sabiendo que sus discursos suenan más bien como el arrullo de una madre o como la nana de una abuela, los diputados de todos los partidos prefirieron quedarse dormidos en casa y ahorrarse la canción de cuna y el espectáculo de ojos cerrados, boca abierta y ronquido suelto que podrían haber dado en el Congreso.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">¿Cómo se puede pretender, por otro lado, que los diputados asistan a un pleno matutino (palabra preferida de mi hermano Álvaro en su infancia) en el que no participa ninguna de las estrellas de esta farándula? Es como ir a ver una película porque actúa Mar Flores. Cuando los primeros espadas no salen al ruedo, lo mejor que pueden hacer los subalternos es quedarse en casa. Sin líder, no somos nada (o nadie nos controla).</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Y, por último: ¿cómo podemos escandalizarnos de que los diputados no vayan a trabajar (aunque cobran igualmente, ¿no?) si en la política ocurren todos los días cosas más graves? (eso sin contar con que el mejor favor que muchos políticos pueden hacerle a España es precisamente no hacer nada).</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">El otro día, sin ir más lejos, me contaba un compañero del instituto un caso especialmente abominable. En una ciudad andaluza se entregaban más de cien pisos de protección oficial. Uno de ellos le había "tocado" a mi compañero. Tamaña ocasión no podía desperdiciarla el Señor Alcalde de la ciudad en cuestión (los pagará él de su propio bolsillo, ¿no?), que se personó en el acto con la parafernalia de rigor. Pero el tipo debía de tener algo de prisa, problemas de agenda o una inoportuna gastroenteritis, vaya usted a saber, y quería irse del lugar rápido pero con las fotos hechas, al menos tres o cuatro. Así que, ni corto ni perezoso, indica a los organizadores del evento por quiénes debe comenzar el reparto de llaves. ¿Se lo imaginan? </div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">- Primero los de sillas de ruedas.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Hay que ser muy hijo de puta...</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-86068364723137388752008-10-27T22:36:00.004+01:002008-10-28T22:11:03.814+01:00Hacer cumbre<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SQY7G8L4VYI/AAAAAAAAAo0/dyMAzdn7xcM/s1600-h/hilary_everest1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5261958205050213762" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 144px; CURSOR: hand; HEIGHT: 200px" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SQY7G8L4VYI/AAAAAAAAAo0/dyMAzdn7xcM/s200/hilary_everest1.jpg" border="0" /></a> <div style="TEXT-ALIGN: justify">El gobierno español ha lanzado una <span class="Apple-style-span" style="FONT-STYLE: italic">ofensiva</span> para que España participe en una cumbre que ya ha ocupado en unos días más páginas que la mítica del Everest en siglos. A Zapatero le está costando alcanzar la cima. Intenta contratar a algún sherpa para que le ayude en la ascensión, pero se encuentra con más de una negativa porque un lejano día se enemistó con el sherpa mayor (el mayor, pero no el más listo, desde luego).<br /></div><div style="TEXT-ALIGN: justify"> En <span class="Apple-style-span" style="FONT-STYLE: italic">La insoportable levedad del ser</span>, Milan Kundera expone dos visiones antitéticas sobre la levedad. Parménides de Elea, firme defensor de los opuestos, opinaba que el contrario (como en los gemelos) positivo era la levedad, mientras que Beethoven prefería el peso, la masa, la fricción con la tierra. Para Beethoven la levedad era ligereza, frivolidad; para Parménides, ascensión y espíritu.</div><div style="TEXT-ALIGN: justify"> Zapatero podría aprovechar la levedad para ascender hasta la reunión de los líderes mundiales, pero, paradójicamente, para tomar la cumbre hay que tener peso, materia, cuerpo, hasta envergadura, y eso no lo tiene Zapatero ni lo ha tenido España (qué se le va a hacer) en los últimos siglos. Por eso Zapatero no entiende a su ministro de Economía, al viejo marino al que le importa un bledo que España no figure donde no ha estado nunca mientras él pueda saborear el humo de su pipa, al vicepresidente que rumia la supremacía de la levedad de Parménides; y por eso se reconcome en la Moncloa, mordiéndose las uñas, llamando a mil puertas rocosas que devuelven palabras sin significado, sintiendo en sus carnes como ningún otro la insoportable levedad de ser presidente del gobierno español.</div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3366131707576944430.post-10077349947616448752008-10-21T16:44:00.003+02:002008-10-21T17:06:03.369+02:00Pruebas generales de diagnóstico (y 2)<div style="text-align: justify;">Después de la primera parte de la prueba, todos disfrutamos de un merecido descanso de quince minutos que algunos quisieron aprovechar un poco más de lo que el reloj decía, como, por otro lado, era de prever. Eso se llevaron por delante, porque lo que se les venía encima era un iceberg ciclópeo, una nube plomiza y cenicienta, un huracán con ojo humano de proporciones delirantes.<br /></div><div style="text-align: justify;"> Los alumnos habían descifrado poco o nada de lo que Pilar Limón, la ácida mujer del 112, había explicado una hora antes, pero se quedaron realmente estupefactos cuando sonó la segunda pista del disco compacto, una canción de los '80 con un par de guitarras gimoteando su desafinación y una batería que se desgañitaba como un enfermo de Parkinson sobre ellas y sobre la voz del cantante. La blueslería en cuestión se llamaba "Pasa la vida", la misma que cantaba María Teresa Campos en su homónimo programa de televisión, pero en la versión original de Pata Negra. </div><div style="text-align: justify;"> Aparte de mostrar el escaso gusto musical del personal que ha elaborado la prueba (otro año nos regalaron los oídos con una canción de Andy y Lucas), al cantante de Pata Negra apenas se le entendía entre la marabunta fónica de las guitarras y especialmente de la batería del grupo. A veces parecía que el percusionista se había metido un par de cajas de anfetaminas entre pecho y espalda.</div><div style="text-align: justify;"> La canción no es muy portentosa en sí y la letra, aunque más jugosa que la de las manos de Andy y Lucas, tiene poco de donde rascar, pero, sin entender ni Pamplona, responder a la pregunta más sencilla resulta harto complicado. Además la cancioncita tiene largas partes instrumentales que no facilitaban precisamente el control de los chavales (que aprovechaban esos momentos para hacer interpretaciones personales a la letra: pasa la noria se convertía en pasa la boya y en pasa la droga.)</div><div style="text-align: justify;"> Con todo esto, tengo la sensación de que las pruebas de diagnóstico de este año, al menos en mi instituto, no van a arrojar unos resultados muy halagüeños. Esta semana lo sabré, ya que nos obligan a corregirlas a los departamentos correspondientes sin que nadie nos dé ni las gracias. Gajes del oficio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><img src="http://3.bp.blogspot.com/_jD60yDRuMYc/SP3vi7g8FSI/AAAAAAAAAfE/GexkRE0Z64g/s400/Pata_Negra-Rock_Gitano-Frontal.jpg" /><br /></div>Pablo A. Fernández Magdalenohttp://www.blogger.com/profile/11636492122356803458noreply@blogger.com7