lunes, 10 de diciembre de 2007

El nuevo periodismo y el efecto Matías

Viendo una noticia en los informativos de Telecinco, orgullosos de haber incorporado a su elenco de presentadores a Marta Fernández, me percaté definitivamente de que estamos ante un nuevo periodismo que nada tiene que ver con el de épocas pretéritas o con el que se aconseja en los manuales y se aprende (si es que es posible) en las escuelas.

Entre los subgéneros periodísticos, la noticia es quizá el más importante, el más común y, sin duda, el más reglamentado. Su primer párrafo, el lead, debe responder a las célebres seis w, y si no a todas, sí a la mayoría. El resto de la noticia, es decir, el cuerpo, es más libre, pero se topa incontestablemente con algunos rasgos que debe poseer: la imparcialidad y la objetividad. El periodista sólo puede incluir datos que puedan ser demostrados o que haya presenciado directamente. Pero en el nuevo periodismo tales presupuestos se desechan sin mayores miramientos. Y no necesariamente por intereses más o menos lícitos y más o menos sectarios. A veces se violan las más elementales normas del periodismo simplemente para obtener un mayor número de espectadores haciendo más entretenida la noticia. Una forma de conseguirlo es novelando con mayor o menor descaro los hechos que se cuentan. Si dos miembros de ETA escapan tras asesinar a dos personas y recorren media Francia en coche, Informativos Telecinco no dirá eso, que es un peñazo y puede decirlo cualquiera, sino que introduce unas gotitas de recursos narrativos y dice "Por el camino, van mirando el paisaje y apenas hablan" o algo muy parecido. ¡Qué coño sabrás tú si iban hablando o no! A lo mejor iban escuchando la Campanera y el sentimiento les entornaba los ojos. Pero ese no es el tema. Los telediarios no pueden convertirse en remedos cutres de los infumables telefilmes que comienzan su metraje con la fórmula "basado en un hecho real". Pero qué vamos a esperar de unas televisiones que han degradado los noticiarios y los han convertido en un cajón desastre en el que brillan con luz propia las ferias de todo tipo (turismo, coches, casas del futuro, qué sé yo), las noticias sociológicas (cuántos polvos echa usted al año, dónde y con quién) y la carnaza, el bautizado por Pablo Motos como "efecto Matías": mujeres haciendo topless en las playas, desfiles de modas de Victoria's Secret con Giselle Bundchen y compañía prácticamente desnudas, etc., etc.

Si estos programas pueden denominarse noticiarios, el Tomate acabará entrando en la categoría de documentales por méritos propios. Los mandamases de Telecinco están como locos por procurarse cuanto antes los servicios de Pedro Erquicia...












La Blogse, demostrando que es capaz de recurrir como el que más al "efecto Matías".

8 comentarios:

Unknown dijo...

Desde hace tiempo los telediarios se han convertido en una basura sensacionalista que echa para atrás.Totalmente cierto ese tono tomatero.

Diego Fernández Magdaleno dijo...

El "efecto Matías" es letal para la información. El público, anestesiado, lo ve como algo normal. Eso es lo más grave.
Besos,
Diego

Toni Solano dijo...

Y, ¿qué me dices de esa moda de presentar los telediarios de pie? ¿No constituye una especie de amenaza al espectador?
Seguro que los de Martes y trece hubiesen hecho un buen gag (los presentadores del telediario corriendo mientras caen los focos a su alrededor...)

ana dijo...

Y esa especie de ángel mortífero con reminiscencias Papanoelescas con que has ilustrado?
Qué razón tienes, da pena sentarse a ver un "Telediario",
ya nada es lo que era, recuerdo a Rosa Mª Mateos,
aquella si era una buena presentadora de noticias.
un abrazo,
ana.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En efecto: es la llegada del espectáculo al informativo. Ya no interesa la noticia, sino el formato y la audiencia.

¡¡Y cuidado con las fotos, que ahora eres padre y tienes responsabilidades!!

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

ja ja ja ...y salsa rosa en programa de investigación...."manda güevos"... cualquiera se autoproclama periodista...y no digamos del vocabulario....muy ocurrente tu crítica.

Pd: Niño¡¡¡ ya puedes pegar ojo????

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

Pues sí, Pedro, habrá que tener cuidado con las fotos. Aunque no sé por qué, me parece que la foto no te disgusta demasiado.
Manuel, dormir la noche entera es un sueño o sueño con dormir de un tirón, que es lo mismo.
Diego, Ana, Antonio y Orleans: tenéis más razón que un santo. Esto ni son telediarios ni nada.
Un abrazo y gracias por los comentarios.

Merche Pallarés dijo...

El único telediario que merece la pena hoy en dia es el de Iñaki Gabilondo en la 4. Espero que dure muchos años porque los demás...teneis razón son una caca. Besotes, M.