
Ayer Hamilton volvió a hacer de las suyas (luego dice que sólo ha cometido un error este año: el de Shangai) y estorbó a Raikkonen en su vuelta rápida, pero todos sabíamos que su falta no iba a ser sancionada de ninguna forma pese a que el año pasado un incidente similar le costó a Fernando Alonso la nada desdeñable cantidad de diez puestos en la parrilla. No voy a comentar, por sabidas, las ventajas que FIA, comisarios y McLaren han otorgado a Lewis Hamilton en detrimento no sólo de Alonso, sino del resto de pilotos, que ya parecen tomarse a broma las investigaciones de la Federación sobre el mimado piloto inglés. Ayer, en el enésimo episodio de "No toquéis a mi niño", Ron Dennis y papá Hamilton se permitieron el lujo de reprender duramente a una periodista francesa por haberle preguntado a su protegido si consideraba que su actuación había sido deportiva teniendo en cuenta que había perjudicado a uno de sus máximos rivales. Tras la bronca, la insolente periodista salió llorando. No se percató de que estaba hablando con el único piloto del mundo que tiene dos padres y muchos simpatizantes entre los mandamases de la F1. Que se lo pregunten al parcialísimo Ecclestone.
¡Ánimo Fernando! ¡A por el triplete!
4 comentarios:
¡¡¡¡Ánimo Fernando a machacar a esa gentuza asquerosa!!!!
El ambiente está caldeadísimo!jajajajaja.
Me parece que finalmente a Alonsito no le han ido nada bien las cosas.Mala suerte!
No ha podido ser, pero por lo menos tampoco ha ganado Hamilton.
Felicdades Alonso!
Una vez visto el resultado, creo que el final ha sido aleccionador para todos. Que aprendan el engreído campeón, el joven aprendiz, el empresario insaciable y todos los titiriteros. Por cierto: con este final, además, he ganado una cena sin entender nada de Fórmula 1. Cosas de la vida.
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