La encuesta no deja lugar a dudas y redunda en lo que se ha repetido hasta la saciedad en toda España tras el Gran Premio de Hungría: que a Fernando Alonso no se le trata en su equipo de la misma forma que a Hamilton. Si Alonso hubiera cometido una falta semejante a la del joven inglés, las consecuencias habrían sido graves. Perjudicar a su equipo y a su compañero de una manera tan flagrante y, lo que es peor, de la mano de su omnipresente padre y contra su gran protector, es una buena prueba del carisma personal de Hamilton, tan mal piloto como buena persona. Ron Dennis: mi más sentido pésame.
1 comentario:
Es una vergüenza.
¡Hamilton, expulsión!
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