Decían los antiguos que el escritor debía efectuar su labor igual que las abejas, que fabrican miel a partir del néctar de las más variadas flores. La metáfora del escritor-abeja, presente ya en el teatro de Aristófanes, arraigó en el mundo grecolatino y aparece en los escritos de autores ilustres de la época romana, particularmente de Séneca. Era aquel un tiempo en el que la imitación (en un sentido amplio, no el plagio, desde luego) no es que no se estimara como un demérito, sino que se consideraba muy recomendable e incluso imprescindible para volar alto en el mundo de las letras. Cambió radicalmente esta concepción el encumbramiento de la originalidad que preconizó el Romanticismo (con lo poco originales que nos salieron, en general, los pobres) y que endiosó la vanguardia. Los llamados ismos abominaban de la imitación. Se cargaron al escritor abeja que llevaba unos siglos maltrecho y decidieron reinventar el arte en cada poema, en cada novela, en cada obra. Pero eso conducía directamente a la destrucción del arte y, lo que es peor, a la inmolación del artista. Los escritores comenzaron a fijarse en el pasado para crear sus obras (no ha habido otra época más preocupada por la historia que la nuestra). Aprendimos la palabra intertextualidad y se creó una nueva acepción para el término homenaje. Y resulta que, cuando el escritor-abeja parece resurgir de sus cenizas, son las abejas mismas las que están sufriendo el varapalo de los nuevos tiempos...
Muerte de Séneca de Pedro Pablo Rubens
9 comentarios:
Muy curiosa esta entrada. Reconozco que ha estado muy mal por mi parte no haberte devuelto la visita que me hiciste hace tiempo hasta hoy. En fin, espero que me perdones y podamos intercambiar visitas.
Nunca había escuchado antes lo de escritor-abeja... lo que me parece vergonzoso en alguien como yo que sueña con ser un gran escritor.
Sorprendido me dejas:
Yo tampoco lo había oído nunca. Gracias por sacarnos un poco de la ignorancia...
Un saludo
Es que los panales ya dan poca miel de calidad, querido Pablo.
Me gustan mucho tus textos, siempre aprendo algo nuevo, realmente me resutan muy interesantes.
Saludos Pablo, lindo finde para vos!
Me ha encantado tu entrada.
un abrazo.
Nuria.
Ya había pensado en como cambia lo que se pretende del artista en cada época y como se autodefine él mismo, pero me parece muy acertada la metáfora del escritor abeja que procesa todo lo que pilla y lo convierte en otra cosa. Tomo nota.
Un abrazo
Olá,
Muito interessante este texto do escritor-abelha, estamos sempre a aprender. Não conhecia. Esta é a vantagem de ter amigos cultos e interessantes.
Ah...muito obrigadinha pela ajuda dos microorganismos, mas tenho mesmo que pensar em algo(copio um amigurumi da Brisa, que tal?).
Beijinhos Pablo
Existirá algun día el "bloguismo", seremos nosotros hombres/mujeres -escritores - abejas ??? pero de mala calidad como comenta Pedro?
Gracias por culturizarme un poquito más...
Tus últimos posts me han encantado.
Un abrazo,
Borja
Publicar un comentario