viernes, 23 de noviembre de 2007

Televisiones hipócritas

El Gobierno, informa El País, ha convocado a las televisiones para debatir cómo tratar el tema de la violencia machista tras el asesinato de una joven rusa a manos de su ex novio pocos días después de que éste le pidiera una segunda oportunidad en El diario de Patricia, cuyos responsables desconocían las acusaciones de malos tratos y la orden de alejamiento que recaían sobre el enamorado que buscaba retomar una relación rota a base de golpes.

Ahora, tras la muerte de Svetlana, se demuestra por enésima vez que para que se tomen medidas en este país (o, más bien, para que se hable de tomar medidas) tiene que ocurrir una tragedia. Hace varios años se firmó un paquete de medidas que se basaban fundamentalmente en la autorregulación del contenido de las televisiones y en el establecimiento de un horario infantil en el que cierto tipo de programas y de temas quedaba absolutamente vedado. Pero una gran parte de los canales de televisión, fundamentalmente Antena 3 y Tele 5, han incumplido sistemáticamente el pacto firmado sin que prácticamente nadie (nadie con poder, quiero decir) haya exigido su cumplimiento o, en su caso, la imposición de las sanciones correspondientes.

Ahora que ha muerto Svetlana, aunque no haya muerto por la acción de unos programadores inconscientes, sino por el afán de posesión y de venganza de un macho primitivo con mente criminal, todos nos rasgamos las vestiduras. Lo menos que podría esperarse en estos momentos es que los responsables de las televisiones reflexionen y que el gobierno y demás instituciones se ocupen de cortar de raíz la búsqueda de audiencia a través de la exposición del morbo y de la violencia, y no sólo de la relacionada con los malos tratos ni con los programas basura al estilo de El diario de Patricia o el representante más eximio de este tipo de espacios: Aquí hay tomate. Los telediarios de varias cadenas estuvieron repitiendo hasta la náusea y durante varios días la agresión racista y arbitraria del metro de Barcelona o las imágenes de móvil en las que un adolescente agredía salvajemente a otro ante el entusiasmo del amigo cámara. La excusa que suelen argüir para emitirlas es tan vieja que ya la usaron con cierto éxito Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, y Fernando de Rojas, en La Celestina, y por eso ruboriza: mostrar las imágenes para condenar la acción y repudiar a los culpables. Ocultar la verdadera intención de su emisión, la de conseguir audiencia a cualquier precio, sólo puede partir de mentes retorcidas que se esconden bajo una gruesa capa de la más detestable y refinada hipocresía.

8 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Pablo: enhorabuena, un post muy oportuno. Qué detestable es todo esto. Y la hipocresía aumenta la culpa.

No.me.pises.que.llevo.chanclas. dijo...

Es una pasada lo de los malos tratos...
un abrazo

Adela Alfageme dijo...

La repetición continua de las mismas imágenes hace que nos insensibilicemos ante hechos que impactan la primera vez que se ven. Parece que ahora hay que banalizarlo todo, desde una paliza hasta el "¿Por qué no te callas?". Muchos deberían pensar cuál es su verdadero trabajo, desde luego informar no.

Anónimo dijo...

Televisiones son complices de muchos de los males de esta sociedad.

Ilegalización de cadenas de televisión ya.

Un saludo.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Las televisones trabajan asi porque nosotros las alimentamos...deplorables en todo su ámbito que se salva de la quema...??? yo si te soy sincero no le dedico ni una hora diaria...muy buen artículo

UN saludo

Fibonacci States dijo...

Estoy aburrida de ver a mi madre viendo tanta tele...

HArta de las audiencias mediocres, harta de programadores inconscientes. Harta de los dueños de las cadenas de TV pq no se les cae la cara de vergüenza.

Harta es harta... por eso no veo tele. Jajaja

Paso 3 pueblos de la tele

Dulce dijo...

Pablo,
Lo mismo se passa en Portugal, es por eso que no veo la tele ni dejo mi hija verla, la controlo muchissimo, pero tiene que ser así, para la protejer de las noticias horrendas qué pasan.Tudo pasa a todos los horarios, no ai control! Qué probeza de MUNDO!
Besos

Anónimo dijo...

La sociedad está enferma,y el máximo exponente de putrefacción es la caja tonta.En realidad uno no tiene poder sobre la caja catódica,sino a la inversa.Nos mandan,nos exigen,nos dominan,nos ponen a sus pies.Da miedo,eh?