Otra vez a vueltas con la dichosa prueba general de diagnóstico. Este año, aparte de las ya tradicionales de matemáticas y comunicación lingüística (ni siquiera se toman la molestia de llamarla como la asignatura: lengua castellana y literatura), la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha añadido una prueba más, que nuestro director denominó de "conocimientos", con lo cual supuse que los chavales tendrían que responder a las preguntas de lengua y matemáticas más con el corazón que con la cabeza. En realidad, a la prueba de ciencias naturales le han puesto un nombre tremendamente alambicado que ya ni recuerdo pero que tenía algo que ver con la interacción con el medio físico. Hay que ver lo retorcidos que pueden llegar a ser algunos jerarcas de la educación.
Ayer se celebró el examen de comunicación lingüística, y voto a Dios que su contenido es digno del más transgresor vanguardismo. ¡Cómo cambian las preguntas de un año a otro! El año pasado había una grabación extraída de la radio de una lucentina que se quejaba de un problemilla que había sufrido su hijo con la DGT; este año había una grabación extraída de la radio de una andaluza que describía la labor del 112 y daba algún que otro consejo. El año pasado, los alumnos debían detectar en la grabación extraída de la radio rasgos dialectales en el habla de la lucentina; este año, los alumnos debían detectar en la grabación extraída de la radio rasgos dialectales en el habla de la responsable del 112.
Nada nuevo bajo el sol, pues. Como comentamos el año pasado (Dios mío, ya ha pasado prácticamente un año), es curioso que todos los años la Consejería pregunte por las hablas andaluzas en unas pruebas en las que no hay ni un solo contenido, ni teórico ni práctico, del estudio de la lengua que se salga de la comprensión y expresión lectora. Como conozco cómo funciona cierto personal, ya me esperaba la pregunta, y no tuve que esperar mucho para encontrarla: era la primera.
Por su parte, los alumnos tampoco se enteraron demasiado, porque la mujer del 112 adoptaba en general los rasgos del castellano normativo con la salvedad de la aspiración de la s en posición implosiva y poco más, y eso a los chavales no les sonaba a su andaluz cotidiano. "Habla normal" y "No me he enterado de nada" fueron los comentarios más extendidos sobre la grabación.
Ý todavía les (nos) quedaba por sufrir lo peor, que contaré en otra entrada, porque de recordarlo sólo se me está poniendo el vello como el del erizo de los seguros.
3 comentarios:
Me ha emocionado eso de que los alumnos tengan que responder a una prueba de conocimiento más con el corazón que con la cabeza... les haremos flacos de entendederas, pero con gran sensibilidad...
Colega...lo pero de todo es que todavía no se para que sirven, pues entre otras cosas los chavales las desprecian por no contar PARA NOTA.... solo un mamarracho de los listillos de la Junta....miedo me dan los resultados de este año...saludos
Pues espero ansiosamente el próximo post... Besotes, M.
Publicar un comentario