domingo, 28 de octubre de 2007

Cincuenta años sin Humphrey Bogart

Se ha cumplido en enero de este año el quincuagésimo aniversario de la muerte de uno de los actores más recordados de Hollywood: Humphrey Bogart. Había nacido como regalo de Navidad en la populosa Nueva York dos años antes del nuevo siglo. Su carrera como actor de cine fue tardía: su primer gran éxito como protagonista, El último refugio, data de 1941. Su consagración llegó dos años más tarde con Casablanca, aunque entre ambas películas rodó otra obra maestra, El halcón maltés. junto a John Huston. Con él formó una pareja muy provechosa para el mundo del cine: El sueño eterno, El tesoro de Sierra Madre o La reina de África dan fe de ello.

En los años 40 encarnó muchas veces al tipo duro de fondo sensible y altruista al que da vida en Casablanca. No fue el único: Edward G. Robinson o James Cagney interpretaron papeles de semejante carácter en los años 30, cuando Bogart tenía que conformarse con papeles secundarios de malo malísimo en maravillosas películas como Los violentos años 20 o El bosque petrificado. Pero el artista neoyorquino demostró su talento en otras interpretaciones fabulosas: la del inestable Dick Steele en En un lugar solitario o la del viejo borracho de La reina de África; representó con maestría la locura de un capitán de barco en El motín del Caine, la avaricia neurótico-obsesiva de un buscador de oro en la ya citada El tesoro de Sierra Madre y bordó papeles cómicos como los que interpreta en La burla del diablo o en Sabrina.

Humphrey Bogart fue uno de mis ídolos de adolescencia. Seguía con ansia la colección que compraba mi hermano Diego, veía las películas con enorme interés y leía su biografía por entregas en cuanto el fascículo aparecía por casa; incluso bautizamos a un curioso personaje de Rioseco con el nombre de Humphrey pronunciado a la castellana. Su vida me parecía tan interesante como sus películas, especialmente su oposición frontal a la caza de brujas del senador McCarthy, aunque acabara colaborando con el Comité de actividades antiamericanas, que habría declarado comunistas hasta a los lunnis.

Hace medio siglo ya que un cáncer devoró sus entrañas llenas de espeso humo y de amargura de whisky, pero su figura ha ganado con el paso del tiempo. No en vano, el nombre de Humphrey Bogart aparece siempre en los primeros lugares de las listas de los mejores actores de la historia.

5 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

qué pocos han sabido representar la tristeza del perdedor como él...

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Siempre nos quedará Bogart

Anónimo dijo...

Es un personaje fascinante,cuyo carisma perdura al cabo de las décadas.Me encantó en la Reina de África.Bogart,forever.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

desde luego como interprete genial, para los medios que hubo en la época...me encantaba ver sus peliculas....sublime CASABLANCA

Un abrazo

AnaR dijo...

A mi, personalmente, me sigue fascinando.

Saludos