jueves, 13 de septiembre de 2007

Der Atlas


Cada cierto tiempo vuelvo a tocar y a cantar (o a malcantar) Der Atlas, a sumergirme en la insalubre y dolorosa atmófera del lied de Schubert y del poema de Heinrich Heine que protagoniza un titán de la mitología griega que ejerció como caudillo de los suyos en la Titanomaquia, la guerra en la que los titanes fueron derrotados por los dioses del Olimpo. Como castigo a su rebeldía, Zeus condenó a Atlas a soportar eternamente sobre sus hombros el tremendo peso de nuestro mundo, excesivo incluso para las espaldas del titán, que se retuerce, gime y grita sin que nadie le alivie. Sólo Heracles carga durante un tiempo con la Tierra como parte de uno de sus trabajos. En esa historia, en la que Heracles lo engaña para que robe para él unas manzanas en el jardín de las Hespérides, Atlas aparece como un personaje sin demasiadas luces, como un personaje más bien simple, indigno de haber comandado a sus iguales.

Sin embargo, la faceta de Atlas que explota Heine es la trágica, que es la que le convierte en un héroe romántico. Atlas está condenado a un destino trágico del que no puede escapar. Tiene que soportar sobre sus hombros el mundo entero, pero no un mundo cualquiera, sino un mundo lleno de penas. Atlas ha de aguantar no sólo el peso físico de la Tierra; también el peso de todas las desgracias, de todas las penas, de todas las desdichas. ¿Y por qué? Porque apostó por el todo o nada (o César o nada), porque pecó de soberbia, porque se rebeló contra su dios para ser "infinitamente feliz" y fue vencido. Atlas es la versión mitológica del demonio, de Lucifer, que se enfrentó a Dios después de soltarle a la cara "Non serviam", 'no te serviré', y en la lucha fue derrotado y desterrado del Paraíso.

La música de Schubert expresa perfectamente el sufrimiento de Atlas. A ella dedicaré la entrada de mañana. Lean el poema de Heine y escuchen el lied (es una versión con fallos y toses, pero es de lo mejorcito que he encontrado en una búsqueda rápida por la red).



Der Atlas. Heinrich Heine

Ich unglückselger Atlas! Eine Welt,
Die ganze Welt der Schmerzen muss ich tragen.
Ich trage Unerträgliches, und brechen
Will mir das Herz im Leibe.

Du stolzes Herz, du hast es ja gewollt!
Du wolltest glücklich sein, unendlich glücklich,
Oder unendlich elend, stolzes Herz,
Und jetzo bist du elend!

El Atlante. Heinrich Heine.

¡Yo, miserable Atlante!, un mundo,
todo un mundo de sufrimientos tengo que soportar.
Soporto lo insoportable, y romperse quiere el corazón en mi cuerpo.

¡Tú, orgulloso corazón, tú lo has querido!
Tú querías ser feliz, infinitamente feliz,
O infinitamente desdichado, orgulloso corazón,
¡y ahora eres desdichado!

(Traducción de Ángel Carrascosa Almazán)


3 comentarios:

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Un lied impresionante.
Besos,
Diego

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

Lo mismo digo.
Un beso

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Gracias por el enlace, la múscia y el poema.