No pensaba volver a hablar de economía, ya que no es ni de lejos mi tema preferido, ni en el que estoy más versado, pero los comentarios a la entrada de ayer sobre macro y microeconomía de Pedro Ojeda y de mi hermano Diego (que me honran con sus intervenciones) me han recordado las peculiares ideas de dos destacados miembros del gobierno sobre la capacidad adquisitiva de los españoles.
El principal efecto negativo de la inflación es evidentemente la pérdida de poder adquisitivo. Pero para Jesús Caldera no existe el problema de los mileuristas, ya que una pareja de mileuristas se convierte automáticamente en un dosmileurista (que, como recalcó el ministro, consigue más de 300.000 pelas al mes). ¿Y los integrantes de la población antiguamente conocidos con el nombre de solteros? ¿Tendrán que juntarse dos de ellos para poder optar a los dos mil euros? ¿Y si en la pareja no trabajan los dos?
Dice por su parte Pedro Solbes que la capacidad adquisitiva de una familia de tres miembros aumenta si la hija se pone a trabajar aunque el sueldo de sus padres no ascienda al ritmo del IPC. Absolutamente cierto, pero a costa de un sustancial aumento de la carga de trabajo de la familia, lo mismo que ocurría con el ejemplo que proponía Jesús Caldera. Es como si en una empresa el jefe anunciara que paga a sus trabajadores diez euros más de sueldo a cambio de trabajar sesenta horas semanales. Yo preferiría cobrar lo mismo y trabajar cuarenta.
Lo más paradójico (y triste) de todo esto es que, mientras se bendice la contención salarial, las empresas, gracias entre otras cosas a la mismísima inflación, siguen batiendo sus récords de beneficios... Ver para creer...
8 comentarios:
Tienes toda la razón muchacho.
Un beso.
Álvaro
Perdónenme el pestiño. No volverá a ocurrir
Una bonita foto del arco de San Sebastián.
La justificación de los políticos ante la evidencia es insoportable: primero, por el intento de engañar a los ciudadanos; segundo, porque utilizan una retórica de pésima calidad con la que aburren a los contribuyentes que son capaces de escucharles hasta el fin de sus intervenciones.
Besos,
Diego
Antes, cuando las cosas iban mal, iban mal también para las empresas. Ahora parece que no.
O sea: obligados a juntarnos en manadas para que nuestros ingresos aumenten en consonancia con la carestía de la vida. Quizá ése sea el tema: vuelta a la comuna.
Unos dicen que es el final de un ciclo economico,que si el psoe vive de rentas .El problema de nuestra sociedad es que no se puede pensar en que la especulación inmobiliaria haga girar el motor .avandonando sectores como la agricultura ,la industria ,y el calzado que antes eran bases coyunturales de nuestra economia .españa cuenta con 23,2 millones de viviendas, una por cada dos habitantes .Y yo me pregunto ,¿quien coño va a ocupar las que estan construyendo ?.¿y como alguien va a tener huevitos de meterse en una hipoteca ? .La política da ascoooooo
El aburrimiento y el hastío de la política son inevitables, pero, paradójicamente, eso nos aleja de la política y conlleva que los políticos hagan lo que quieren sin que hagamos nada por evitarlo.
¿Es bonita la foto, verdad Álvaro?
Saludos
muy bien*
demasiado interesante*
cdt,*
salu2*
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